jueves, 20 de febrero de 2014

Le Chiacchiere









En cada región de Italia las orejas de carnaval tienen un nombre diferente: chiacchiere, bugie, frappe, gale, cenci...
Literalmente en italiano chiacchiere significa charla, tertulia, en sentido no serio y para nada académico, sin llegar a ser pettegolezzo, cotilleo.
Las chiacchiere no tienen forma de oreja, suelen ser rectangulares, con un corte o dos en el medio, a través del cual se pasa un extremo de la masa y se obtiene una forma torcida.... hummm, parece complicado... pues no, para nada, mirando las foto ya va a quedar clarísimo:







El corte hace que no se forme una burbuja demasiado grande al freír, porqué de esta manera, al ser la masa mas friable y quebradiza de la que se suele utilizar para las orejas, no se desmigan con demasiada facilidad al comerlas y manejarlas.
La vuelta no es obligatoria, dicho sea, es mas un recuerdo de infancia que me queda pegado al corazón...




Además no llevan leche en la mezcla ni anís, sino aguardiente, ni canela, mas porcentaje de huevos que en las recetas clásicas españolas.


Para las que hice los ingredientes son:
-500 gramos de harina con pocas proteinas (la Gallo de toda la vida, o una harina para dulces)
-50 gramos de mantequilla
-4 huevos medianos a temperatura ambiente (si son pequeños o la masa quedara dura añadir una yema)
-85 gramos de azúcar blanquilla
-una pizca de sal
-una cucharada de extracto de vainilla o la ralladura de un limón, al gusto
-un buen chupito de aguardiente o de limoncello para las chiacchiere y otro limoncello (licor café?) para la cocinera/cocinero, que no se toma nunca alcohol a solas, ¡que es tristísimo y le chiacchiere se deprimen con facilidad!
-aceite para freír
-azúcar glas para espolvorear
-un litro de aceite para freír (yo utilizo el de Mercadona con la botella roja, que lleva aceite de mais y girasol alto oleico o el Koipesol. Esto porqué no me gusta el sabor del aceite de oliva en los dulces. En Italia prefería el de cacahuete, que resiste a temperaturas mas altas antes de deteriorarse, pero aquí no se encuentra con facilidad.  Lo mejor queda el de oliva, que tiene un punto de humo mas alto, peeero...)

Seguro que si se cambia el aguardiente para el anís no pasará nada, solo que en mi casa el anís no tiene muchos estimadores...





Bueno, yo como siempre amaso en mi kenwood, con la lama de gancho en este caso, todo junto, empezando con la harina. Hai recetas que añaden una cucharadita de levadura tipo royal, por deber de información. A mi me parece innecesaria, no le veo la diferencia.
A la mano pide un poco mas de tiempo y esfuerzo, pero la masa no debe ser demasiado dura, así que se puede hacer sin miedo: un monte de harina, un hueco en el medio y huevos, mantequilla (blandita en este caso mejor) y lo que queda de ingredientes.

Una vez que tengamos una linda bolita, dejamos descansar una horita en el bajo de la nevera o en lugar fresco, que aún es invierno.

Paso seguido, la freidura: dividimos la bolita en ocho partes, y la pasamos en la maquina para pasta, si tenemos, o nos conformamos con el buen, viejo y fiel rodillo.
Tendemos la masa en espesor de un par de milímetros y cortamos unos rectángulos de 10/12 centímetros para 5/6. Un corte en el medio y le damos la vuelta pasando dentro del corte.

Se frie a temperatura medio/alta, en la freidora puse 180˚: deberán de tomar color poquito a poco, y salir rubias, no morenas...
Pasamos sobre papel para fritos y espolvoreamos de azúcar glas mientras sigan calentitas.

Una nota sobre el espesor: a mi me gustan mas finas, casi transparentes, y a una de mis hijas mas espesas: con maquina para pasta anduve bailando entre el numero 7 el 9... esto a vosotros de probar... de toda manera las mas espesas no quedan duras, prometido jurado.












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